jueves, 1 de marzo de 2012

El año de la desesperanza: Evolucionados

Pero monos al fin

Era muy joven cuando leí la obra del  etólogo y zoólogo ingles Desmond Morris “El mono desnudo” que analiza al ser humano desde una perspectiva puramente zoológica.
Las consecuencias de aquella lectura a tan temprana edad (no había cumplido los 17 años) fueron demoledoras para los intereses de aquellos que nos venden ideas religiosas para tenernos  atados a sus causas, causas que terminan en guerras y en aceptación de desigualdades. Ya es sabido, “a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”.
Para los demás… un continuo penar disfrazado a veces de buenos tiempos que no suelen ser otra cosa que brillantes espejismos que terminaremos por pagar muy caro, como ya vamos viendo.
Después de aquella lectura, uno solo puede aceptar como filosofía de vida el “vive y deja vivir”, y si no me dejas me revelaré y trataré de ocupar tu puesto.
Unos versos de una vieja canción de las barricadas lo dejan claro:
Mi padre fue un peón de hacienda
Y yo un revolucionario
Mis hijos pusieron tienda
Y mi nieto es funcionario…
Desolador

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