Siente la S del colectivo una particular fascinación por aquellas manifestaciones extremas de la naturaleza.
Juntos nos asomamos a la caldera del volcán Hoyo Negro en la isla de La Palma, para admirar un mundo de formas, colores y texturas e imaginar lo que tuvo que ser aquello en plena erupción, que ni no recuerdo mal lo leído, fue de tipo explosivo.
A la vista queda lo justificado de tal fascinación.
Verdaderamente, uno debe quedar fascinado ante tanta belleza y sobre todo ante tanta fuerza del univeso. Un abrazo
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