Es una constante en algunos países europeos, menos o nada frecuente aquí, cuando menos hasta donde yo conozco. Esa fascinación por las figuras móviles que se pueden ver en multitud de lugares, campanarios, relojes antiguos en torres medievales, ayuntamientos etc.
Aquí sirven para publicitar un caro comercio de Zurich y ha fascinado a la mujer y sus dos niñas mientras van desfilando por la marquesina al son del típico carillón que suele acompañar el movimiento de las figuritas.
El poder da la fascinación. Algo que no solemos tener en cuenta y que sin embargo nos mantiene frescos y radiantes ante aquello que nos sorprende y de lo que siempre podemos alimentar nuestra imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy buena la toma.Y es muy bueno también mantener el asombro!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.