¡¡¡Sacrilegio, sacrilegio!!!
¡Está bien eso de ser ecologista, pero los encierros en Pamplona son sagrados!.
Ahora bien, si sumamos esa tendencia por el respeto a lo animal y los tiempos de crisis que corren, quizás solo sea un pecado venial pedir que se sustituyan los toros por bicicletas, que también tienen cuernos (en el manillar) y cuyas cornadas serían menos dolosas para las arcas de la ciudad y para los borrachos y despistados que no saben o no se acuerdan del peligro que corren cuando corren delante de unos animales de mas de seiscientos kilos lanzados en ciega carrera.
El problema lo tendríamos en la plaza, pues no me imagino yo a los sufridos ciclistas dejándose aguijonear para el lucimiento de un "señorito" que pretende que hay arte en el maltrato y la muerte.
Bueno, coñas a parte, lo cierto es que esta calle de Mercaderes de la capital del viejo reyno no se verá así de limpia ni así de despejada dentro de un par de meses escasos cuando toros, mansos y cientos de corredores la abarroten en sus alocadas carreras y festejos.
¡¡¡Viva San Fermín, Gora Don Fermin!!!
No des ideas, que la gente anda muy necesitada de hacerse notar. Viva San Fermin!.
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