La cabra, la cabra,
la ... de la cabra
La madre que la ...
Yo también tenia una cabra
Que se llamaba Asunción
miércoles, 29 de febrero de 2012
lunes, 27 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
domingo, 19 de febrero de 2012
El año de la desesperanza, los gladiadores
Del circo financiero
¿No tenéis
la sensación de que nos hemos convertido en los gladiadores de un circo inmenso
en el que nos obligan a luchar contra los leones? Leones financieros al
servicio de tribunos y patricios que no se inmutan ante el sufrimiento de los demás.
Parecen disfrutar de ello; se saben seguros, saben que no hay alternativas, que
si las hubo, tiempo ha que consiguieron que renegáramos de ellas.
Os
suena aquello de “quien no es comunista a los veinte no tiene perdón, quien lo
sigue siendo a los cuarenta tampoco” Con ello renunciamos a la utopía, la
matamos y ahora no nos quedan ni los sueños de un mundo más justo, ni la
pulsión de buscarlo por rutas diferentes.
Nos
limitamos a repetir la historia, pero el tiempo no es lineal ni siquiera plano,
si acaso una línea helicoidal por la que en ocasiones subimos y en ocasiones
bajamos.
Llevamos tiempo en desbocado descenso, repetimos la historia en
negativo y a peor
martes, 14 de febrero de 2012
El año de la desesperanza: Medievo
Decía más
abajo que se está instaurando un nuevo Medievo y a tenor de lo que sabemos
sobre la nueva reforma laboral, lo que en definitiva era tan solo un recurso
literario para expresar la frustración que me provocan los tiempos que corren, se
ha hecho simple y llanamente realidad. Hemos pasado de ser los generadores de
sus plusvalías a ser sus esclavos.
Yo no
soy muy inteligente, pero sé que si me bajan el sueldo y me suben los precios
de lo que necesito para vivir por muy frugal que sea, me veré obligado a
consumir menos y ello contando que tenga trabajo. Es fácil sacar consecuencias
de ello sin necesidad de ir a la universidad
Ya
falta poco para que la terrible imagen aun presente en algunas retinas se
vuelva a hacer realidad y veamos a los capataces recorrer los corrillos de
hombres desesperados diciendo tu, tu y tu conmigo.
Quizás
la imagen pueda parecer exagerada, pero veremos qué pasa cuando los recursos se
agoten, cuando el último céntimo de los ahorros no solo propios, también los de
las familias que ayudan a los suyos con la esperanza de que las cosas mejoren
haya sido invertido en dar de comer a bocas hambrientas o en pagar letras de
hipotecas para que no desahucien a un hijo.
Hasta
ahora hemos vivido instalados en una especie de incredulidad que nos impedía ver
la verdadera situación a la que los tiburones financieros nos han llevado ,
creyendo cándidamente que aquí no pasaría lo que en otros países, que aquí
sabríamos hacer las cosas bien, pero el velo se ha rasgado y la cruda realidad
se abre paso.
Todos
aquellos desesperanzados que decidieron cambiar el color del patio de vecinos
que somos, con la esperanza de que el cambio trajera mejoras, se estarán
empezando a preguntar o lo harán muy pronto, si puestos a cambiar de color,
eligieron el apropiado
miércoles, 8 de febrero de 2012
El año de la desesperanza, recapacitando
Que no bebiendo
Y es
que si no mantenemos un mínimo sentido del humor en estos días donde la cruda
realidad deja poco espacio para el mismo, podemos terminar en un profundo pozo
de depresión. Pero tampoco hemos de dedicarnos a reír para olvidar esta
realidad que nos oprime. Es bueno y conveniente no perder de vista la poca o
mucha responsabilidad que todos tenemos en esta situación y recapacitar sobre
si no hubiéramos podido hacer las cosas de otra manera o si todavía estamos a
tiempo de hacer algo, aunque me temo que nos va a tocar seguir sufriendo mucho
y durante mucho tiempo. Más a los de siempre como es habitual.
No se
si no borrar ese subtitulo y dedicarme a recapacitar delante de unos cubatas
hasta que me entre la risa floja y se me olvide que no estoy capacitado y mucho
menos recapacitado para beber.
Voy a
recapacitar sobre ello y otro día os cuento
lunes, 6 de febrero de 2012
Hay que estar recapacitado
Para beber
Dice el diccionario de la lengua al respecto de la palabra
recapacitar: “recapacitar v. intr. Pensar o reflexionar sobre un
asunto con detenimiento y atención”
Os narro ahora quizás no de manera literal, pero si
aproximada una conversación escuchada con un acento “granaino” bastante acusado,
entre dos personas mientras recogíamos aceitunas,
.- Hay que ver como os ponéis de cubatas que ya vi tu coche
en el hotel ayer por la tarde
.- Si, ¿y porque no llegaste hombreee? Estaba con mi amigo
el barbas
.-Que no que no, que luego hay que ir a casa y y si te pilla
la guardia civil…
.- Que nooo, que yo no tengo problemas, que tengo chofer que
el barbas me lleva
.-Que tu amigo el barbas no se pone bueno también
.-Que nooo, que yo no le dejo beber mas de tres, que luego
me tiene que llevar
.-Que no, que hay que estar “RECAPACITAO” para beber cubatas
El respeto y un cierto pudor impidieron que soltara la
carcajada que me vino casi incontenible, pero toda la mañana estuve con una sonrisilla
en los labios. No podía ser de otra manera al imaginar sin poderlo remediar a
ambos personajes “recapacitando” ante sendos cubatas o incluso al entender que
el sentido de la frase se refería a que hay que estar “capacitado” para beber,
o como en este caso, doblemente capacitado. RECAPACITADO
Aun sigo sonriendo
jueves, 2 de febrero de 2012
El año de la desesperanza II
Pintores
de brocha gorda
Como en
manos de un pintor que ejecuta un encargo, vamos siendo parte del cuadro que
quiere reflejar una realidad que no es sino la que conviene a quien paga.
Realidad a medida en la que incluso el pintor forma parte del cuadro, cómplice
obligatorio y obligado, no es más que un dibujo en una pared, realidad
ficticia, manejada por quienes pueden porque así lo queremos o permitimos.
Realidad
tan irreal como su reflejo; hoy nos pintan con trazo grueso y colores pardos
después de borrar de unos cuantos brochazos otra verdad de colorines que era
tan ficticia como la actual. Nadie parece dedicarse a buscar nuevos estilos y
si alguno lo hace es ninguneado o relegado al ostracismo de las minorías
tachadas de contra culturales, o rizando el rizo publicitándolo como fenómeno
mediático que finalmente será fagocitado por el sistema y su estilo y sus
colores diluidos en el gris homogéneo en el que apenas destaca ya nada
Nos va
a hacer falta mucho disolvente
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