Y es
que si no mantenemos un mínimo sentido del humor en estos días donde la cruda
realidad deja poco espacio para el mismo, podemos terminar en un profundo pozo
de depresión. Pero tampoco hemos de dedicarnos a reír para olvidar esta
realidad que nos oprime. Es bueno y conveniente no perder de vista la poca o
mucha responsabilidad que todos tenemos en esta situación y recapacitar sobre
si no hubiéramos podido hacer las cosas de otra manera o si todavía estamos a
tiempo de hacer algo, aunque me temo que nos va a tocar seguir sufriendo mucho
y durante mucho tiempo. Más a los de siempre como es habitual.
No se
si no borrar ese subtitulo y dedicarme a recapacitar delante de unos cubatas
hasta que me entre la risa floja y se me olvide que no estoy capacitado y mucho
menos recapacitado para beber.
Voy a
recapacitar sobre ello y otro día os cuento
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