Eran
los tiempos en que todo era ambiguo y extraño.
El lugar siempre había estado
poblado de extraños seres que alimentaban cuentos contados al calor de la
lumbre.
Eran
tiempos de seres que luego pasarían a formar parte de la mitología y de las
creencias populares, eran tiempos de comunión con la tierra, con el agua, con
los bosques.
Eran
tiempos…
Hoy nos
quedan imágenes desdibujadas para ejercitar la imaginación.
Para
encontrar extraños seres en rocas y árboles que hacen aflorar las
ancestrales creencias.
Siguen
ahí, como este deforme unicornio de retorcido apéndice
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