jueves, 29 de agosto de 2013

Competencias

Tres veces he visitado Toledo, la primera antes de cumplir los catorce años y de la que apenas recuerdo tan solo el hecho de la propia visita y de haber comprado un pequeño cortaplumas como regalo a mis padres.
Pasarían casi cuarenta años antes de la segunda y fue un visita turística de las de recorrer morosamente calles y callejuelas y las típicas visitas a los típicos monumentos que dan lustre a la ciudad.
La última, en fechas recientes fue de la misma índole pero más centrado en la fotografía, quise cuando menos traerme la más típica postal de la ciudad tomada por debajo del parador nacional de turismo. Esta que os muestro y que además me incita a una reflexión sobre el poder, sus manifestaciones y su competencia.
Es evidente que el alcázar fue construido en época posterior a la catedral, con la que compite en situación y magnificencia en su construcción e iluminación, pero cosa curiosa, los pináculos de sus torres parecen mantener una altura similar y aun diría que la espadaña de la torre de la catedral sube ligeramente más alto que las del alcázar.
Se diría que el estamento militar no estaba  dispuesto a quedar por debajo de los representantes de ese otro reino que dicen  no ser de este mundo, pero hay algo muy claro y que no ofrece dudas;  El resto de los mortales a sus pies.
Paganos (de pagar) y carne de cañón.
La cosa no cambia.

5 comentarios:

  1. Solo he visitado Toledo una vez y fue para perderme en sus calles y admirar su belleza, pronto volveré y esta vez será para fotografiarla.
    Tu foto me ha incitado a ello.
    Preciosa nocturna.
    Un abrazo

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    1. Gracias Isabel, me alegro de que cuando menos esto sirva para provocar el deseo de ver y conocer en otras personas.
      Toledo tiene mucho con lo que disfrutar, pero pienso que en otra hipotética visita, procuraré que sea en cualquier otra estación que el verano, ¡¡¡que calorrrr!!!!
      Un beso

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  2. El último recuerdo que tengo de Toledo es un tapeo generoso y una noche loca con músicos rusos...je.

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  3. Tres veces he visitado esta ciudad... Me encanta, y volveré, pero tu fotografía es maravillosa y tu texto, sin duda, fiel reflejo del poder aunque sea dentro del esplendor de esta ciudad sorprendente...

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