Sabido es que quien cuelga cámara al cuello no suele aparecer en las fotos, obviando claro está a los amantes de esa ¿nueva? moda de la auto foto con el móvil.
Pese a lo que se dice, no creo que sea por aversión a aparecer en una foto, lo que ocurre es que cuando se tiene esto como afición, las cosas no se suelen improvisar y claro, es complicado hacerse una auto foto con una reflex y que además todo quede perfecto.
Tampoco es fácil colocar la cámara encima de una mochila en un día de mucho viento, calculando el espacio al que tendrás que llegar después de una carrerita para que te de tiempo a sentarte y adoptar una postura natural sin que se note mucho lo preocupado que estás por si el viento echa a rodar tu casi mas preciado bien por la ladera abajo.
¡Pero allá vamos!, aunque sea por una vez nos haremos la foto/cima junto al buzón de montaña. En este caso en el Abodi, en el pirineo navarro, en la que quedará constancia de mi careto para que mas de uno puede pensar e incluso decir:
Pero este tío, con esa cara, ¿es capaz de manejar una cámara?
En fin, tendréis que esperar a otra ocasión. Nuestro Opari decidió que el es mucho mas guapo y tiene mas derecho a salir en la foto que un servidor.
Y va a ser que es cierto :-(
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