Ahora que todo el mundo tiene una cámara de fotos, ahora que motivos no faltan para fotografiar, ahora que las desgracias asolan el mundo y no solo el lejano, es fácil salir a la calle y hacer fotos. Denunciar con ellas injusticias, reflejar la podredumbre de esta sociedad que se mira el ombligo y se deja tentar por el pan y el circo.
Ahora yo me dedico a perder el tiempo con estas cosas que apenas llaman la atención de unos pocos.
Invisibles de tan humildes, ha de ser que mi sentido estético ha perdido el norte.
¡Con las hermosas flores naturales y cultivadas que tenemos al alcance de las manos y yo arrastrándome por esto!
¡Soy un caso perdido!
Y encima tiene el tallo medio roto, y hay una mancha amarilla al fondo, que además está desenfocado y baahhh, ni es rojo, ni marrón, ni se sabe, uff, qué asquito. Y mientras tú te arrastras por no se sabe qué campos tórridos, yo me pierdo en diez centímetros cuadrados un día entero pintando, como tú, un desenfoque, un plano roto, manchas de sabe Dios qué colores distribuidas así, sin saber muy bien dónde acabarán ubicadas. Definitivamente eres, somos dos casos perdidos.
ResponderEliminarJejeje, me encanta, Gracias Isabel por molestarte en reescribirlo.
EliminarUn beso