Donde el alma se encuentra
La
belleza baldía de los desiertos nos
fascina, somos conscientes de su dureza, de cómo la tierra escatima la vida.
Donde solo lo más austero puede sobrevivir sin ayuda, plantas duras, correosas,
animales que se bastan con poco y que resultan difíciles de ver.
Los
desiertos, allí donde el alma humana sola entre multitudes, encuentra el reposo
y su verdad. Verdad individual, verdad desnuda.
Vivir
es duro
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