martes, 29 de noviembre de 2011

Los sueños rotos


Tras varias visitas a la recoleta y ordenada capital del país helvético, donde la vida parece transcurrir sin sobre saltos, sorprende encontrarse a orillas de su hermoso río Aare con algo que rompa ese aparente orden perfecto.
Una vieja casa a su orilla, no abandonada pero si ocupada por supongo jóvenes de la contracultura, pintada de vivos colores y muchos grafitis me golpea visualmente sin estar preparado para ello.
No es que censure su manera de vivir, sus inquietudes, su rebeldía, nada mas lejos de ello, es solo que no me lo esperaba.
En la enrejada ventana una muñequita de esas que tanto daño dicen que ha hecho entre las jovencitas por su figura imposible, con un ajado vestido de novia, permanecía atada a la reja con un alambre de acero.
Muy visual y evidente, el título me vino a la cabeza sin necesidad de pensar  

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