Fiel
compañero durante tantas batallas, no podía hacerse a la idea de que ya no lo montaría
mas, no lo cepillaría tras largas cabalgadas por los bosques del señor en pos
del ciervo o del jabalí cuando la paz se instalaba en el reino, paz efímera la mas de las veces pues muchos
enemigos acechaban sus fronteras ávidos de conquista.
En uno
de esos raros periodos se encontraban cuando llegó la llamada del señor, el
monarca llamaba a sus caballeros a la lucha contra el infiel, enemigo común
entre todos los reinos. Por esta vez no lucharían entre iguales, lo que era un
consuelo.
Pero la
mala fortuna parecía haberse instalado en su vida y un enemigo emboscado casi
termina con ella, solo su bravo animal en rápido quiebro lo evitó, pero no pudo
reponerse de las heridas que sufrió, muriendo pocos días después.
Grande fue
su dolor por la pérdida de tan fiel compañero y se juró a si mismo que si conseguía
volver salvo a su casa, le rendiría un merecido homenaje. Una figura que le
hiciera justicia, que reflejara a la vez su nobleza y su fiera determinación
No hay comentarios:
Publicar un comentario