lunes, 5 de diciembre de 2011

Iron horse

A modo de epitafio


Fiel compañero durante tantas batallas, no podía hacerse a la idea de que ya no lo montaría mas, no lo cepillaría tras largas cabalgadas por los bosques del señor en pos del ciervo o del jabalí cuando la paz se instalaba en el reino,  paz efímera la mas de las veces pues muchos enemigos acechaban sus fronteras ávidos de conquista.
En uno de esos raros periodos se encontraban cuando llegó la llamada del señor, el monarca llamaba a sus caballeros a la lucha contra el infiel, enemigo común entre todos los reinos. Por esta vez no lucharían entre iguales, lo que era un consuelo.
Pero la mala fortuna parecía haberse instalado en su vida y un enemigo emboscado casi termina con ella, solo su bravo animal en rápido quiebro lo evitó, pero no pudo reponerse de las heridas que sufrió, muriendo pocos días después.
Grande fue su dolor por la pérdida de tan fiel compañero y se juró a si mismo que si conseguía volver salvo a su casa, le rendiría un merecido homenaje. Una figura que le hiciera justicia, que reflejara a la vez su nobleza y su fiera determinación



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